JAMA Pediatrics
La mortalidad de niños y adolescentes se redujo a la mitad en los últimos 25 años
Sin embargo, ese descenso fue muy desigual, según el nivel de ingreso de cada país
mortalidad de niños y adolescentes se redujo a la mitad en los últimos 25 años, ya que bajó de 14 a 7 millones. Sin embargo, ese descenso fue muy desigual, según el nivel de ingreso de cada país. La baja en la mortalidad estuvo liderada por menor cantidad de enfermedades infecciosas y trastornos nutricionales y neonatales.
Así lo sugiere el estudio "Child and Adolescent Health From 1990 to 2015 Findings From the Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors 2015 Study" (JAMA Pediatrics. Vol: 171 Nro: 6 Págs: 573 - 592 Fecha: 01/06/2017), elaborado por miembros de Global Burden of Disease Child and Adolescent Health Collaboration, que se propuso un monitoreo integral de morbilidad en niños y adolescentes para mejorar la salud de la población.
El objetivo principal del trabajo fue cuantificar y describir los niveles y tendencias de la mortalidad y los resultados de salud no fatales entre niños y adolescentes entre 1990 y 2015 para proporcionar un contexto para la discusión de políticas de salud pública.
Para ese fin, se analizó la mortalidad por causas específicas y los resultados de salud no fatales en 195 países y territorios por grupos de edad, sexo y año de 1990 a 2015 utilizando enfoques estandarizados para el procesamiento de datos y el modelado estadístico, con un análisis posterior para describir los niveles y las tendencias geográficas entre niños y adolescentes de 19 años o menos. Se desarrolló un indicador compuesto de ingreso, educación y fecundidad (Índice Socio-demográfico [IDE]) para cada unidad geográfica y año, que evalúa la asociación histórica entre IDE y el deterioro de la salud.
Como resultado se halló que la mortalidad infantil y adolescente en el mundo disminuyó de 14,18 millones (95% de intervalo de incertidumbre [IU], 14,09 millones a 14,28 millones) en 1990 a 7,26 millones (95% de IU, 7,14 millones a 7,39 millones) en 2015, pero los progresos fueron desiguales.
Los países con una IDE más baja tuvieron una mayor proporción de mortalidad (75%) en 2015 que en 1990 (61%). La mayoría de las muertes en 2015 ocurrieron en Asia meridional y África subsahariana.
Las tendencias mundiales fueron impulsadas por reducciones en la mortalidad como consecuencia de enfermedades infecciosas, nutricionales y neonatales, lo que en conjunto produjo un aumento relativo de la importancia de las enfermedades no transmisibles y las lesiones. La carga absoluta de discapacidad en niños y adolescentes aumentó 4.3% (95% de IU, 3.1% -5.6%) de 1990 a 2015, con gran parte del aumento debido al crecimiento de la población y la supervivencia mejorada para niños y adolescentes a edades más avanzadas.
Aparte de las enfermedades infecciosas, muchas de las principales causas de discapacidad están asociadas con secuelas a largo plazo de las condiciones presentes al nacer (por ejemplo, trastornos neonatales, defectos de nacimiento congénitos y hemoglobinopatías) y complicaciones de una variedad de infecciones y deficiencias nutricionales. La anemia, la discapacidad intelectual del desarrollo, la pérdida de audición, la epilepsia y la pérdida de la visión son contribuyentes importantes a la discapacidad infantil que puede surgir de múltiples causas.
La salud materna y reproductiva sigue siendo una causa clave de la carga de morbilidad de las mujeres adolescentes, especialmente en los países de IDE más bajos. En los países de baja IDS, la mortalidad es el principal causante de la pérdida de salud de los niños y adolescentes, mientras que la discapacidad predomina en las ubicaciones de alta IDE; entonces el patrón específico de transición epidemiológica varía entre enfermedades y lesiones.
A partir de esta información, se concluye que la atención y la inversión internacionales consistentes a lo largo de los años llevaron a una mejora sostenida de las causas del deterioro de la salud de niños y adolescentes en muchos países, aunque los progresos hayan sido desiguales.
Pero la persistencia de las enfermedades infecciosas en algunos países, junto con la actual transición epidemiológica a las lesiones y las enfermedades no transmisibles, exige que todos los países evalúen cuidadosamente y apliquen estrategias apropiadas para maximizar la salud de niños y adolescentes y para que la comunidad internacional considere cuidadosamente qué elementos de la salud de este grupo etáreo deben ser monitoreados.
Por lo tanto, las naciones deben evaluar los factores que impulsan las enfermedades entre los niños y adolescentes para ayudar a la implementación de estrategias apropiadas para maximizar la salud de las poblaciones.
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