
La crisis económica y de salud
de Venezuela ha alcanzado niveles intolerables. Los comunicados oficiales de la
Sociedad Venezolana de Nefrología1 y la Organización Nacional de
Trasplante de Venezuela2, así como un artículo recientemente publicado en el
Lancet3, nos hacen ver claramente la caótica situación de la población
general, los pacientes renales y los nefrólogos en ese querido país.
En los últimos años se ha
informado un notable deterioro de la economía y la salud venezolanas, pero en
meses recientes se ha reportado una profunda carencia de recursos
diagnósticos y terapéuticos para atender pacientes renales en toda su
expresión, desde etapas tempranas de la enfermedad, hasta pacientes
en diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante renal. La falta de recursos
ha llevado al cierre definitivo de los ingresos de pacientes en programas
de diálisis y de los programas nacionales de trasplante de cadáver; más aún,
hay graves limitaciones para proveer los materiales, equipos, medicamentos
y cirugías necesarias a los pacientes que ya se encuentran en diálisis o con
trasplante renal, condenándolos a sufrir los peores resultados.
La Sociedad Latinoamericana de
Nefrología e Hipertensión se solidariza con el pueblo venezolano, con los
pacientes con enfermedad renal y con la Sociedad Venezolana de
Nefrología y la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela, y exhorta al
Ejecutivo Nacional de Venezuela a cumplir con el derecho inalienable
a la salud del pueblo venezolano, y a recuperar, mantener e incentivar los
programas de salud renal, diálisis y trasplante, que
garanticen la vida y el bienestar de sus pacientes.
Ofrecemos
nuestra experiencia y conocimiento científico que se solicite para contribuir a superar la grave
e injusta situación por la que atraviesa Venezuela.
Ciudad de Panamá, Panamá, a 05
de junio de 2017
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