La American
Academy of Pediatrics (AAP) ofrece los siguientes consejos a las familias
ocupadas para comer y beber antes, durante y después de la hora del juego.
Preparar
alimentos saludables con antelación lo convierte en un padre proactivo, no
reactivo. Además ¡ahorra dinero a largo plazo —quién puede quejarse de esto!
Opte por
comidas pequeñas frecuentes y refrigerios. Trate de esparcir las calorías
durante el día y evite
comidas
grandes muy cerca de la hora del ejercicio. Si pasa toda su tarde en el campo
de pelota o en marcha, empacar alimentos para llevar es una opción muy práctica.
Independientemente del tiempo que se encuentre fuera de casa, lleve consigo
siempre un trozo de fruta o una barrita de proteína o nueces. Comer cada 3
horas ayudará a mantener estable el nivel de azúcar de la sangre de su niño y
también a disminuir los excesos o la sobre ingesta a la hora de las comidas.
¡Los refrigerios
saludables también son buena idea! Aunque los refrigerios que contienen una
sola porción que están disponibles en los supermercados son prácticos, trate de
empacar sus propios refrigerios con los alimentos que más le gustan a sus
niños, tales como la mitad de un sándwich con pan de grano entero o una bolsa
con frutas en rodajas. No se olvide que las manzanas, naranjas, bananas y uvas
y otras frutas también se encuentran disponibles en empaques de una sola
porción. Aunque las frutas tienen un alto contenido de azúcar, también ofrecen
otros componentes nutricionales que pueden ser una buena opción para la vida
ajetreada de los niños deportistas. Otras buenas ideas de refrigerios
saludables incluyen frutas secas y nueces, huevos duros y salsa de manzana sin
azúcar.
Tenga una
estrategia para alimentar e hidratar. Los niños pequeños que participan en
actividades ligeras de una hora o menos pueden no necesitar comer antes y después
del ejercicio. Más bien, ayude a que estos niños se enfoquen en una buena
nutrición todos los días. Los niños mayores y más activos se pueden beneficiar
de las estrategias para alimentarse e hidratarse que se enumeran a continuación.
·
Antes del ejercicio: Cerca de 3 a 4 horas antes del
ejercicio, un atleta debe comer en su mayoría Carbohidratos con una cantidad
moderada de proteína. Esta comida pequeña debe contener poca fibra y grasas, ya
que estas pueden ocasionar malestar de estómago. Un niño que pesa 70 libras
(31,7 kg) debe tomar entre un vaso de agua, unas 2 o 3 horas antes del
ejercicio, mientras que un adolescente o un adulto, debe tomar entre 12 y 20
onzas de agua. Beber entre 6 y 8 onzas adicionales justo antes del ejercicio será
beneficioso.
·
Durante el ejercicio: Es muy importante hidratarse
durante el ejercicio. Anime a su niño a tomar una pequeña cantidad de líquido
(3 a 4 onzas) cada 15 minutos. Para actividades de menos de una hora, tomar agua
es suficiente. Para actividades que duran más de 1 a 2 horas, o en ambientes
muy calientes, las bebidas deportivas pueden ayudar a reponer los carbohidratos
y los electrolitos. Las bebidas deportivas son diferentes a las bebidas
energéticas que contienen cafeína y exceso de azúcar. La AAP no recomienda las bebidas energéticas.
·
Después
del ejercicio: Entre 20 a 60 minutos después del ejercicio, es importante
recuperar cualquier líquido perdido y reabastecerse con una fuente adecuada de
energía. Concéntrese en un refrigerio que sea rico en carbohidratos y proteínas que le ayudará a
restaurar y reactivar los músculos. La leche con chocolate es un ejemplo
excelente de una bebida para la recuperación.
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