viernes, 19 de mayo de 2017

ALIMENTACION Y ACTIVIDAD DEPORTIVA

La American Academy of Pediatrics (AAP) ofrece los siguientes consejos a las familias ocupadas para comer y beber antes, durante y después de la hora del juego.
Preparar alimentos saludables con antelación lo convierte en un padre proactivo, no reactivo. Además ¡ahorra dinero a largo plazo —quién puede quejarse de esto!
Opte por comidas pequeñas frecuentes y refrigerios. Trate de esparcir las calorías durante el día y evite
comidas grandes muy cerca de la hora del ejercicio. Si pasa toda su tarde en el campo de pelota o en marcha, empacar alimentos para llevar es una opción muy práctica. Independientemente del tiempo que se encuentre fuera de casa, lleve consigo siempre un trozo de fruta o una barrita de proteína o nueces. Comer cada 3 horas ayudará a mantener estable el nivel de azúcar de la sangre de su niño y también a disminuir los excesos o la sobre ingesta a la hora de las comidas.
¡Los refrigerios saludables también son buena idea! Aunque los refrigerios que contienen una sola porción que están disponibles en los supermercados son prácticos, trate de empacar sus propios refrigerios con los alimentos que más le gustan a sus niños, tales como la mitad de un sándwich con pan de grano entero o una bolsa con frutas en rodajas. No se olvide que las manzanas, naranjas, bananas y uvas y otras frutas también se encuentran disponibles en empaques de una sola porción. Aunque las frutas tienen un alto contenido de azúcar, también ofrecen otros componentes nutricionales que pueden ser una buena opción para la vida ajetreada de los niños deportistas. Otras buenas ideas de refrigerios saludables incluyen frutas secas y nueces, huevos duros y salsa de manzana sin azúcar.
Tenga una estrategia para alimentar e hidratar. Los niños pequeños que participan en actividades ligeras de una hora o menos pueden no necesitar comer antes y después del ejercicio. Más bien, ayude a que estos niños se enfoquen en una buena nutrición todos los días. Los niños mayores y más activos se pueden beneficiar de las estrategias para alimentarse e hidratarse que se enumeran a continuación.
·         Antes del ejercicio: Cerca de 3 a 4 horas antes del ejercicio, un atleta debe comer en su mayoría Carbohidratos con una cantidad moderada de proteína. Esta comida pequeña debe contener poca fibra y grasas, ya que estas pueden ocasionar malestar de estómago. Un niño que pesa 70 libras (31,7 kg) debe tomar entre un vaso de agua, unas 2 o 3 horas antes del ejercicio, mientras que un adolescente o un adulto, debe tomar entre 12 y 20 onzas de agua. Beber entre 6 y 8 onzas adicionales justo antes del ejercicio será beneficioso.
·         Durante el ejercicio: Es muy importante hidratarse durante el ejercicio. Anime a su niño a tomar una pequeña cantidad de líquido (3 a 4 onzas) cada 15 minutos. Para actividades de menos de una hora, tomar agua es suficiente. Para actividades que duran más de 1 a 2 horas, o en ambientes muy calientes, las bebidas deportivas pueden ayudar a reponer los carbohidratos y los electrolitos. Las bebidas deportivas son diferentes a las bebidas energéticas que contienen cafeína y exceso de azúcar. La AAP no recomienda las bebidas energéticas.

·         Después del ejercicio: Entre 20 a 60 minutos después del ejercicio, es importante recuperar cualquier líquido perdido y reabastecerse con una fuente adecuada de energía. Concéntrese en un refrigerio que sea rico en carbohidratos y proteínas que le ayudará a restaurar y reactivar los músculos. La leche con chocolate es un ejemplo excelente de una bebida para la recuperación.

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